Juguetes Waldorf
Los juguetes que habitualmente se encuentran en el mercado suelen servir únicamente a un propósito: entretener a niño o a la niña. Para ello, cuentan con un montón de detalles, luces, botones y sonidos. Ahora bien… ¿Realmente la función de un juguete es la de entretener, o debería ser otra?
Desde el punto de vista de la pedagogía Waldorf, la mayoría de los juguetes deben servir para crear experiencias, para enseñar a los niños sobre el entorno en el que se mueven. Les transmitirán valores sobre la naturaleza, la tierra, así como sobre las invenciones del ser humano.
¿Qué son los juguetes Waldorf?
Los juguetes Waldorf transmiten una serie de información que se quedará en la mente de los niños. Con el tiempo, podrá relacionarlo con los conceptos de la vida y servir para el desarrollo de sus capacidades intelectuales.
Por ejemplo, podrían utilizarse estos juguetes para explicar el funcionamiento de la rueda. El niño aprenderá que existen objetos llamados coches que las necesitan para moverse, y que se pueden encontrar en muchos tipos (de metal, de goma, madera, etc.).
Los juguetes Waldorf también le enseñarán que hay ruedas que giran sobre su mismas y que algunas lo hacen con más facilidad que otras. Estas vivencias le llevarán a aprender sobre disciplinas como geometría o física, hasta el punto de que pueda interiorizar los conceptos. Esta es la razón de que en la pedagogía Waldorf, más que conocerse como juguetes, son descritos como elementos de juego.
¿Cuáles son los juguetes Waldorf más representativos?
Es posible encontrar varios tipos de juguetes dentro de esta pedagogía, pero los que vamos a ver a continuación son los más habituales:
- Cinta y telas: aunque puedan parecer muy sencillo, lo cierto es que dan mucho juego. Son cruciales para el ocio al aire libre. Pueden usarse para crear personajes, casas, para comprender el concepto de ligereza, estudiar los colores, etc.
- Materiales naturales: algunos de los materiales más habituales que encontramos dentro de la pedagogía Waldorf son las piedras, cortezas, piñas, raíces o maderas. Estos simples elementos, dispuestos en cestas en algún lugar de la casa, les ayudará a tener experiencias con el sector del tacto, vista u olfato.
- Puzles: entran dentro de elementos de construcción y se pueden usar de tantas formas como la imaginación lo permita. Están hechos de forma artesanal, con unos colores muy marcados para resultar muy interesantes de cara al niño.
- Muñeca Waldorf: son muñecas que destacan por ser simples y por tener una expresión suave en el rostro. Permite incentivar la imaginación y la fantasía en los más pequeños, ideal para potenciar su creatividad.
- Bloques de cera: se caracterizan por tener una forma y un tamaño perfectos para ser manipulados por los niños. Les ayuda a estimular su imaginación al pintar con colores de manera sencilla. También podríamos haber indicado la cera para moldear o las acuarelas.
Estos son algunos de los juguetes Waldorf que más representan este tipo de pedagogía, pero hay muchos más.
Es importante tener en cuenta su función y los diferentes tipos que existen.
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